Para poder llenar tu interior de las cosas necesarias, despréndete de aquello innecesario.
Vierte lo superfluo al exterior y, sólo entonces, podrás sentir la nada.
Convierte luego esa nada en algo bello.
Convierte luego esa nada en algo bello.
8 comentarios:
Hay un cuento por ahí que habla de alguien que no puede aprender ya nada porque su mente es como una vasija llena de cosas inútiles y no le cabe nada nuevo, ni real. Hay que vaciar la vasija de todos esos prejuicios que nos alejan de la Verdad.
Un abrazo.
que preciosidad y que difícil ponerlo en practica, besos
Cierto, una reflexión muy buena,
el espacio_tiempo es real, si queremos abarcar, algo fuera de la mochila hay que sacar....
Besos....
Una enseñanza fantástica!!! Vaciar el alma lleva su tiempo pero es posible hacerlo. Besito!!
Acertadas palabras.
He aprendido que la nada es más bello que lo supérfluo.
Besos querida amiga.
Si fuera tan fácil...
Me gusta mucho escribir historias y hacer mención al instante en que los personajes se vacían de cosas malas para llenarse de cosas mejores.
Un abrazo, Isabel.
La gente, a veces, confunde el vacio con "la nada", por eso les asusta tanto...
Saludos
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