Se queja el cielo.
Revienta la nube en lluvia;
por fin descansa.
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No temas al trueno,
tampoco al relámpago
que te ilumina.
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En el silencio,
la tarde de verano
llora y llueve.
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Suena a tormenta.
Agua y viento repican
tras la ventana.
Revienta la nube en lluvia;
por fin descansa.
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No temas al trueno,
tampoco al relámpago
que te ilumina.
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En el silencio,
la tarde de verano
llora y llueve.
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Suena a tormenta.
Agua y viento repican
tras la ventana.
4 comentarios:
Me encantan los haikus.
Desde que los descubrí, no puedo parar de escribirlos. Alimentan mi amor por lo bello y breve.
Estos tuyos son refrescantes. Me transportan a una tarde de verano, con olor a tierra mojada y brisa fresca en la piel...
Besos!!
Besos Isa, debía de haberme aprendido ayer estos haikus
pero irremediablemente las obligaciones hicieron que pasar por en medio del cabreo de los Dioses fuese la única opción....
Besos....
Antònia, aquí encontrarás más de uno. Soy una verdadera admiradora de la poesía oriental y los haiku me fascinan. Iré a visitarte.
Erik, el cabreo te deja oscuro por dentro... necesitas más momentos zen, hasta cuando hace mal tiempo.
Besos.
Muchos colores y sentimientos encerrados en tan pocas palabras que se liberan en tono de haikú.
En el silencio, la tarde de verano...me guardaré éste, gracias!
Besos!
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